LA HIERBA DEL GANGES.

de Pablo Velez.

En su místico erotismo encontré un lugar secreto, tranquilo, sereno, perfecto para esos estados meditativos que embriagan el ánimus y lo subliman.

Encontré las melodiosas liras fundidas con el eco de la vida, llenando mi ser de sensibilidad suprema y desde entonces adoré sus besos, que queman como fuego volcánico en el alma y me llenan de luz y de sombra según los caprichos de mi anatomía.



Oh elixir ultraterreno, lumínico e inflamable que impulsa mi psique al monte parnassus, reino poético de musas aladas y translúcidas estalactitas.



En su sino se encuentra una puerta milenaria hacia el planeta de las nueve lunas.Es la comunión que mitifica el camino de los viejos sadhus, comunica a los hombres con los dioses y enaltece la existencia de los hijos de Makeda, reina de Saba.



Su pequeña semilla encierra el universo entero, contiene los secretos salomónicos, enciende conciencias y enseña caminos de huellas purpúreas.



Sin embargo su mágica esencia ha sido perseguida por hombres sin sueños, por los cerdos de wall street, por neuróticos gobiernos e ignorantes pelotones de hombres hambrientos.

Pero ni todos sus ejércitos podrán extinguir el influjo de esta milenaria planta, pues habita en el corazón de las nuevas tribus y en la historia de los pueblos sabios, ustedes adictos al papel moneda no podrán robarnos la llave del paraíso, si no quieren entenderlo no lo hagan, pero no intenten expulsarnos de nuestro jardín secreto, por que seremos como leones rugiendo y el fuego divino arderá sobre su infierno de concreto.



Defenderemos a natura y su lúbrica embriagues en la epopeya de este mundo enfermo.





HOMBRE DE FUEGO.