
En esta ocasión vengo a mostrarles la efectividad de los productos Kuriwaji, si pudieron con mi inexperiencia pueden con lo que sea :v

Les mostraré el proceso que he seguido hasta el momento, y el error que he cometido en él, y cómo sin embargo el intento ha sido exitoso hasta ahora, gracias a la alta calidad de los productos Kuriwaji etnobotánicos, los cuales puedes encontrar acá: https://www.facebook.com/Kuriwajietnobotanicos/
Importante señalar que siempre que vayamos a manipular alguno de los elementos debemos limpiar nuestras manos con alcohol y agua oxigenada, así evitamos vectores contaminantes y le damos más seguridad al cultivo.
Empezaremos aclarando que me estoy saltando un proceso muy importante, y en el cual he metido la pata, que es la preparación de los vasos de grano para inoculación, mi error fue darle mucha cocción al grano, pues en mi lógica digestiva he cocinado el arroz integral como si yo me lo fuera a comer (sabiendo que los hongos no tienen dientes jajajaja), la cosa es que para la colonización el micelio se desarrolla mejor en un grano menos cocinado, menos apelmazado, más sueltico (proceso que mejoraremos próximamente).
Sabiendo cuál ha sido el error en este procedimiento, empezaremos con una pequeña muestra de los productos Kuriwaji: En esta foto vemos dos presentaciones, el uno es un vial con esporas de la variedad Cambodia, en estos casos la colonización será un poco más tardada y exigente, pues es como sembrar desde semilla, germinar.
El otro corresponde a una jeringa con Micelio vivo de la variedad Ecuador, al inocular de esta forma la colonización será más veloz y más robusta, pues sería como trasplantar una planta ya viva, hay menos margen de error.
1) Para iniciar sacamos los vasos de grano de la olla express, en la siguiente foto se puede apreciar que el grano se ve apelmazado, y muy cocinado, muy húmedo (eso puede causar infecciones bacterianas fácilmente, además dificulta el crecimiento del micelio, como cuando las raíces de una planta se les hace más complicado extenderse en un sustrato muy denso). 2) A continuación esterilizamos la GloveBox con alcohol y límpido, dejamos evaporar el alcohol (yo la dejo cerrada mientras tanto), introducimos los instrumentos con los que trabajaremos y cerramos la Glovebox. Para esta inoculación trabajaré con la jeringa de micelio de Psylocibe cubensis Var. Ecuador. 3) Retiramos la capa superior de aluminio del vaso, y flameamos la aguja con un mechero (cuidado, el alcohol debe haberse evaporado ya). Flamear la aguja consiste en ponerla en el fuego hasta que se ponga al rojo vivo. 4) Inyectamos el micelio en el vaso, se suele inocular con 1 a 2 ml por cada vaso. Yo inoculo en 4 puntos cardinales, como una cruz, y en el centro. 5) Flameamos la aguja nuevamente para evitar contaminaciones cruzadas (evitamos que sin un vaso está contaminado se contaminen los demás) y ponemos nuevamente la capa de aluminio sobre el vaso. 6) Repetimos el proceso con los demás vasos, destapamos la glovebox y ubicamos los vasos en distintos lugares para buscar el lugar en el que mejor colonice el micelio (en mi caso se dio mejor en la oscuridad de un closet).
Ahora sólo queda esperar y cruzar los dedos, más o menos a partir del cuarto día ya podemos ver algún resultado.