En el preciso momento en que acababa de cosechar 3 automáticas Cetme, las primeras cosechas en el extranjero, me empezó a molestar la cordal inferior izquierda, tanto que decidí que era momento de sacarla de su cómodo hogar... además la fecha estaba precisa para tener una excusa perfecta al seminario anual obligatorio de las maestrías (así no tendría que exponer nada con una muy buena excusa

Pues vaya sorpresa cuando me saco la radiografía y veo la comodidad con la que se encuentra mi muela (tan cómoda que hasta me da cagada sacarla de ahí)... acostada como buena perezosa, bien dicen que las cosas se parecen a su dueño:
El día anterior fui a que revisaran la radiografía y me recetaran los antibióticos, sólo que como era de un día para otro no iban a ser pastillas, sería un inyección (odio las inyecciones). Y para emparejar se me dio por preguntarle a la odontóloga si esa inyección me la podía aplicar en cualquier droguería, y ella me miró con cara de

Voy al otro día con todas las de la ley, antes de salir dejé pegados todos los porros que pude sacar de mis cosechas y dejé de fumar ese día para que no me interfiera con la anestesia. Me llevé unas tarjetas de la odontóloga y las usé de filtro para los calillos :v.
Me sentí como en una tortura con rusos, gringos o los que fueran, sentía que en cualquier momento se me iba a desencajar la mandíbula, hasta que por fin sacaron esa mierda y sentí como el que ha podido cagar después de 2 años de estreñimiento... al ver la muela que sacó la odontóloga caí en cuenta de por qué se sintió tan torturante. Si es que esa muela estaba tan amañada en mi boca que se agarró como pudo y no quería salir, no me soltaba!!
Mi estrategia fue nunca preguntarle a la odontóloga si podía fumar o no, así podía alegar desconocimiento de causa si algo llegara a pasar, pues no pensaba pasar esos días de convalecencia sin darme los porros que había pegado, intentaba mover lo menos posible la boca, me daban ganas hasta de fumar por la nariz, lo q hacía era tapar con los dedos el cigarro para no tener que cerrar la boca, e inhalar lo más suave posible...
Oh maravilla de la naturaleza, nada me quitaba el dolor como esos dulces humos, luego de mi merecida convalecencia, cuando se acabaron los porros que pegué y mi dolor se había ido, decidí que iba a reconstruir la muela, y a meterla en una calavera de barro que compré por acá, en la misma posición en que la tenía yo en mi calavera jaja.
Ahora sólo me queda pintarla, ya les mostraré

Finalmente, cuando fui a que me quitaran los puntos, la odontóloga me dijo que le asombraba lo bien que había cicatrizado mi herida!!! Yo sólo le dije "Es que tengo mis recetas milenarias para esas cosas".
Así que ya saben, a mí me fue bien con la marihuana medicinal en forma de humo para tratar el dolor de las cordales, espero que les vaya igual a ustedes! Saludos!!!
